Hoy me he levantado dispuesta a sonreír a la vida como todos
los días.
Hoy la vida me lo está poniendo difícil.Te has ido, Toño.
No olvido el día que te conocí. África me había hablado de una Asociación que ayuda a los indigentes y todos los lunes a las ocho de la tarde reparte comida, ropa y lo que puedan necesitar: GRANITO A GRANITO.
Un lunes de invierno preparé maletas llenas de ropa y me acerqué a conoceros para dedicaros un volumen de CINCO PALABRAS.
Allí estabas con tu sonrisa cálida (a pesar del frio que se instalaba en los hueso), en la Plaza Mayor que, en todo su esplendor nocturno, enmarcaba la desgracia, la miseria y la esperanza.
Me quedé observando la larga cola de personas a la que dabais un vaso de caldo caliente, un bocadillo, ropa y un pedazo de dignidad.
El alma se me encogió. Nunca había sentido tan profunda aflicción.
Te miraba cómo hablabas a todos y cada uno de los que se
acercaban a tu calor, dándoles lo que tú también necesitaste cuando estuviste
en su lugar.
Admiré tu
persona, tu labor, tu sonrisa.
Meses después viniste a recoger el premio que CINCO PALABRAS
os otorgó a través de África Sánchez y tus ojos desbordaban agradecimiento. Hoy te digo, Toño, que la que está agradecida soy yo por todo lo que me has aportado.
Quedan esos proyectos que íbamos a hacer en conjunto con nuestras asociaciones. No caerán en vacío.
Seguiré adelante y si alguna vez mis fuerzas flaquean, volveré a mirar tus ojos.
Hoy la vida me lo está poniendo difícil, pero seguiré sonriendo por
ti.
GRACIAS
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